La instalación de la nueva Asamblea Nacional, prevista para el 14 de mayo de 2025, está rodeada de intensas negociaciones y controversias. El movimiento Pachakutik, brazo político de la Conaie, se ha convertido en una fuerza clave con sus nueve asambleístas electos el 9 de febrero, siendo cortejados tanto por el oficialismo de Acción Democrática Nacional (ADN), liderado por Daniel Noboa, como por el correísmo de Revolución Ciudadana (RC).
Un anuncio del ministro de Gobierno, José De la Gasca, señaló que los nueve legisladores de Pachakutik se alinearon con ADN, sumando 84 votos para el oficialismo. Sin embargo, esta decisión desató la furia de Leonidas Iza, presidente de la Conaie, quien calificó el pacto como una “traición” y un “error político”, acusando a los asambleístas de traicionar los principios del movimiento. Iza, excandidato presidencial, instó a los legisladores a rectificar, enfatizando que la decisión no refleja el sentir de las bases indígenas.
Por su parte, Pachakutik emitió un comunicado negando acuerdos formales con el Ejecutivo u otros sectores, reafirmando su compromiso con las demandas de sus comunidades, como salud, educación y seguridad. La coordinadora de RC, Viviana Veloz, también confirmó diálogos con Pachakutik para formar una mayoría no oficialista, mientras el Partido Social Cristiano (PSC) expresó disposición a apoyar al candidato de ADN para la presidencia de la Asamblea.
Las negociaciones reflejan la fragmentación política y la lucha por el control legislativo, con Pachakutik en una posición estratégica pero internamente dividida. La sesión inaugural definirá si el oficialismo consolida su mayoría o si la oposición logra imponerse, en un contexto donde las acusaciones de traición y los llamados a la unidad marcan el debate.