El juicio por tráfico sexual y crimen organizado contra el magnate del hip-hop Sean “Diddy” Combs continúa desvelando una serie de alegaciones perturbadoras que han conmocionado a la opinión pública y a la industria del entretenimiento. Lo que comenzó con acusaciones de agresión física y miedo, como las reportadas previamente, ha evolucionado hacia un complejo entramado de supuestos abusos, coerción y pagos en efectivo.
Uno de los testimonios más recientes y cruciales ha sido el de una exasistente de Combs, identificada bajo el seudónimo de “Mia”. Durante días en el estrado, “Mia” ha descrito un ambiente de abuso físico y sexual, así como una manipulación psicológica que la mantuvo “lavada del cerebro” durante años. Sus declaraciones detallan incidentes de supuesta agresión, el uso de dispositivos de rastreo en vehículos de excompañeras, y la entrega de dinero en efectivo en circunstancias sospechosas. La defensa de Combs, por su parte, ha intentado desacreditar su testimonio, señalando mensajes de texto enviados por “Mia” a Combs en años recientes que expresaban afecto y admiración, lo que ella atribuye a la continua “búsqueda de aprobación” de su expatrón.
Además, el testimonio de Daniel Phillip, un exgerente de un espectáculo de revista masculino, ha añadido otra capa de inquietud al caso. Phillip declaró haber recibido miles de dólares en efectivo de la entonces novia de Combs, Cassie Ventura, a cambio de mantener relaciones sexuales, en las que Combs, según su testimonio, estaba presente y observaba. Esto se suma a las acusaciones de Ventura, quien previamente demandó a Combs por violación y abuso físico, incluyendo un video de seguridad de 2016 donde se ve a Combs agrediéndola.
El juicio también ha traído a colación la desaparición de una testigo clave, identificada como “Víctima 3”, lo que ha generado interrogantes sobre la dificultad de los fiscales para localizarla y su posible reticencia a testificar. Asimismo, la madre de Combs ha hecho acto de presencia en el tribunal, subrayando las implicaciones personales y familiares del proceso.
A medida que el juicio avanza, con la fiscalía llamando a nuevos testigos, se espera que sigan surgiendo más detalles sobre las presuntas prácticas de Combs y el miedo que, según los testimonios, infundía en su círculo. La defensa, mientras tanto, se enfrenta al desafío de refutar las acusaciones cada vez más graves y demostrar la inocencia del magnate musical.
