La pericia psiquiátrica ordenada para Jorge Glas, exvicepresidente de Ecuador, mantiene en vilo el juicio por presunto peculado en el caso Reconstrucción de Manabí. La evaluación, solicitada por su defensa y ordenada por el juez Marco Aguirre, debe presentarse antes del 16 de junio de 2025, tras lo cual se reanudará la audiencia el 17 de junio. El informe podría influir en la continuación del proceso o declarar a Glas inimputable por trastornos mentales, lo que suspendería el juicio y podría derivar en su traslado a un centro psiquiátrico.
La defensa de Glas, liderada por Andrés Villegas, busca acreditar su estado mental, negando que el objetivo sea la inimputabilidad, aunque ha señalado riesgos de autolesión. El Tribunal, presidido por jueces Mercedes Caicedo, Marco Rodríguez y Javier de la Cadena, advirtió contra maniobras dilatorias, suspendiendo plazos de prisión preventiva para evitar su caducidad el 6 de julio. Glas, trasladado desde La Roca a la Cárcel 4 en Quito para la audiencia, enfrenta un proceso crucial en un contexto de alta tensión política, con simpatizantes exigiendo su libertad fuera de la Corte Nacional de Justicia.
El caso, vinculado a irregularidades en la reconstrucción tras el terremoto de 2016, podría sumar una tercera condena por corrupción a Glas, quien ya cumple 14 años por los casos Odebrecht y Sobornos. La pericia no solo definirá su capacidad para ser juzgado, sino que también tiene implicaciones políticas, dado su rol en el correísmo. Si se confirma un trastorno grave, el proceso podría detenerse; de lo contrario, Glas enfrentará un juicio que podría extender su reclusión, en un escenario donde la justicia ecuatoriana enfrenta presiones por su independencia.
