De acuerdo con los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH), la enfermedad celíaca es un trastorno digestivo y autoinmunitario crónico que causa daño en el intestino delgado. El cuadro se caracteriza por la intolerancia crónica al gluten, que es una proteína que puede estar presente -de manera natural o por contaminación- en las harinas de trigo, avena, cebada y centeno.
Los expertos del NIH señalan que, para detectar la patología, los médicos recopilan información sobre la historia clínica y los antecedentes familiares del paciente, realizan un examen físico y analizan los resultados de diversas pruebas médicas. El diagnóstico definitivo se confirma mediante análisis de sangre y biopsias.
En ese sentido, recientemente, un estudio científico planteó una alternativa al describir un análisis de sangre capaz de detectar la celiaquía incluso en ausencia de gluten en la dieta.
Una de las novedades de este análisis radica en su capacidad para identificar una reacción inmunitaria concreta, mediada por células que reconocen el gluten, sin exponer al paciente a la proteína que desencadena sus síntomas, de acuerdo a los científicos a cargo del trabajo, que fue publicado en la revista Gastroenterology.
Los autores plantearon que muchos casos de celiaquía permanecen sin diagnosticar o se detectan demasiado tarde.