Estados Unidos. Una preocupante advertencia ha sido emitida por expertos en salud en Estados Unidos: uno de cada cinco niños contagiados con COVID-19 desarrolla síntomas prolongados, lo que se conoce como “COVID largo” o persistente. Un informe reciente estima que esta condición ya afecta a hasta 5,8 millones de menores en el país.
Este alarmante número representa entre el 10% y el 20% de los niños que dieron positivo al virus. La magnitud del problema es tal que, según los investigadores, el COVID largo en niños podría haber superado ya al asma como la afección crónica más común entre la población infantil estadounidense. Esta situación subraya la necesidad de una mayor investigación y atención a las secuelas a largo plazo del virus en la salud de los menores.