Ecuador intensifica en 2025 su lucha contra incendios forestales mediante un plan integral liderado por el Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica (MAATE), que combina tecnología, educación y sanciones legales tras los 3.496 incendios registrados en 2024, que afectaron 40.000 hectáreas. El Sistema de Predicción de Incendios Forestales de la UTPL, implementado en Loja, usa inteligencia artificial para mapear zonas de riesgo, capacitando a 300 bomberos y comunidades rurales en prevención. Además, la ONU y el gobierno ejecutan estrategias conjuntas, incluyendo la llegada de dos helicópteros peruanos con bambi buckets en noviembre de 2024 para combatir incendios en tiempo real.
El MAATE promueve campañas como “Juntos Prevenimos los Incendios Forestales”, enfocadas en concienciar sobre el 99% de incendios causados por actividad humana, como quemas agrícolas mal gestionadas. Se han realizado 30 capacitaciones en zonas vulnerables, formando brigadas ecológicas de respuesta rápida en Tungurahua y otras provincias. El Programa Amazonía sin Fuego, apoyado por CAF, fortalece políticas públicas, buenas prácticas agropecuarias y monitoreo de focos de calor, mientras el Código Orgánico Integral Penal (COIP) impone penas de uno a tres años por provocar incendios forestales, y de tres a seis meses por quemas agrícolas descontroladas.
En 2025, el gobierno planea expandir el uso de drones y tecnología de monitoreo en áreas críticas como Quito, Loja y Guayaquil, donde 2024 vio incendios devastadores. La Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos coordina con bomberos y Fuerzas Armadas para optimizar respuestas, mientras se reubican preventivamente familias en zonas de riesgo, como las 1.000 evacuadas en Quito en 2024. La fiscalización se intensifica, con cuatro sospechosos procesados en Quito por incendios intencionales en 2024, y se espera mayor cooperación internacional para mitigar el impacto de la sequía y proteger la biodiversidad.