IBM reveló el 10 de junio de 2025 su plan para lanzar Quantum Starling en 2029, la primera computadora cuántica a gran escala y tolerante a fallos, con 200 qubits lógicos capaces de realizar 100 millones de compuertas, 20.000 veces más operaciones que las actuales. La compañía, que presentó el procesador Heron de 133 qubits en 2024, cinco veces más preciso que su predecesor, también planea un sistema de 10.000 qubits con Japón para 2029 y Blue Jay en 2033, con corrección de errores avanzada, según su hoja de ruta actualizada.
El proyecto, respaldado por una inversión de $30.000 millones en cinco años, busca superar los límites de la computación clásica en áreas como diseño de materiales, farmacología y criptografía. IBM colabora con instituciones como RIKEN y Cleveland Clinic para integrar recursos cuánticos y clásicos, usando Qiskit para algoritmos complejos con hasta 5.000 operaciones de compuerta. La tecnología promete aplicaciones en ciberseguridad y simulación molecular, aunque enfrenta desafíos como la decoherencia y la necesidad de entornos a casi cero absoluto.
La carrera cuántica incluye a Microsoft, Google y Amazon, pero IBM destaca por su enfoque en acopladores ajustables que reducen errores, cruciales para la escalabilidad. Expertos como Jensen Huang de Nvidia cuestionan la viabilidad comercial antes de dos décadas, mientras IBM y aliados como el Instituto Nacional de Japón apuestan por avances significativos para 2029, consolidando a IBM como líder en la próxima revolución informática.