El Gran Premio de Mónaco, una de las carreras más emblemáticas del calendario de la Fórmula 1, ha sido objeto de debate en los últimos años debido a la percepción de falta de emoción y adelantamientos. Sin embargo, Stefano Domenicali, CEO de la Fórmula 1, ha salido en defensa de la “joya de la corona” del automovilismo, argumentando que su valor va mucho más allá de lo que se ve en la pista.
Domenicali, consciente de las críticas, enfatiza que Mónaco es un circuito que desafía al piloto al máximo, donde “el toque humano” y la precisión son cruciales. “Es un test de pilotaje”, ha señalado, destacando que el glamour, la historia y la atmósfera única del Principado lo convierten en un evento inigualable que ningún otro lugar puede replicar. “Tiene un factor humano muy importante”, añadió, resaltando que la estrategia y la habilidad individual de los pilotos son puestas a prueba de una manera diferente a la de otros circuitos.
Aunque la acción en pista pueda no ser tan vertiginosa como en otras pistas diseñadas para la alta velocidad y los adelantamientos, el CEO de la F1 insiste en que Mónaco ofrece una experiencia diferente, donde cada error se paga caro y la concentración es máxima. La carrera de 2024, a pesar de no ser rica en cambios de posición, tuvo un “buen comienzo” y mantuvo la atención del público por la tensión inherente al trazado urbano. La Fórmula 1 reafirma así su compromiso con mantener Mónaco en el calendario, reconociendo su legado y su capacidad para atraer a un público global que valora tanto el espectáculo deportivo como el entorno icónico.