Luisa González, excandidata presidencial de la Revolución Ciudadana (RC), presentó el 11 de junio de 2025 en la Cumbre Mundial de Comunicación Política en Buenos Aires su teoría de un supuesto fraude electoral en las elecciones presidenciales de Ecuador 2025, donde Daniel Noboa venció con 55,63% frente a su 44,37%. En su ponencia “Bolígrafos y papeles a medida”, González alegó que bolígrafos INKreible con “tinta mágica” y papeletas tratadas químicamente trasladaron votos a Noboa, respaldada por un informe del Instituto Canario de Criminología. La denuncia, acompañada por su estratega Daniel Ivoskus, ha sido calificada de conspirativa por críticos, mientras la Fiscalía investiga una querella por peculado contra el CNE y empresas proveedoras.
En paralelo, la Revolución Ciudadana enfrenta fracturas internas tras expulsar a dos legisladores en menos de un mes desde la instalación de la nueva Asamblea. Sergio Peña, cuestionado por Luisa González y Andrés Arauz por no alinearse con la bancada, respondió que los “personajes quemados” dañan al movimiento, evidenciando tensiones públicas. Chats filtrados del caso Ligados, que involucran a Augusto Verduga, exponen negociaciones para controlar instituciones, debilitando la candidatura de González. La RC, que perdió por tercera vez la presidencia, mantiene una bancada de 49 asambleístas, pero su voto duro en Manabí y la Costa no bastó para superar a Noboa.
La teoría de González, amplificada en redes sociales, no ha sido avalada por observadores internacionales como la OEA, que señaló problemas con la tinta pero no fraude. Mientras el correísmo lidia con divisiones y el caso Ligados, Noboa consolida su mayoría legislativa con ADN. La denuncia de “tinta mágica”, presentada como un intento de deslegitimar la derrota, contrasta con la crisis interna del movimiento, que enfrenta resistencias en la Sierra y Amazonía por su legado de autoritarismo y corrupción, según analistas.
