Un sismo de magnitud 6.1 sacudió la provincia de Esmeraldas la mañana del jueves 25 de abril de 2025, generando daños considerables en viviendas, infraestructura pública y causando temor entre la población. El movimiento telúrico, registrado a las 06:44, dejó un saldo de al menos 32 personas heridas y 716 afectadas, según el reporte de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos.
Los efectos del sismo se sintieron con fuerza en varios cantones como Esmeraldas, Atacames, Muisne y Río Verde. En total, se reportaron daños en 179 viviendas, algunas de las cuales colapsaron parcial o totalmente, así como afectaciones en 26 unidades educativas, siete centros de salud y dos puentes. También se registraron daños en bienes públicos y patrimoniales, complicando aún más la situación para las comunidades locales.
Ante el riesgo de nuevas réplicas y la inseguridad estructural de sus viviendas, numerosas familias optaron por abandonar sus casas y pasar la noche a la intemperie. En sectores como Las Piedras, el gobierno local habilitó la Escuela de Educación Básica Teodoro Morán Valverde como albergue temporal, brindando protección y condiciones básicas a los damnificados. Sin embargo, no todos lograron acceder a refugios; en zonas como Vista al Mar, las familias improvisaron campamentos en parques y calles, denunciando una respuesta lenta por parte de las autoridades.
Las necesidades más urgentes para los damnificados incluyen alimentos, agua potable, ropa y kits de higiene. Por ello, el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) instaló 54 centros de acopio en todo el país para recibir donaciones. Estos espacios estarán habilitados de lunes a viernes, de 08:00 a 16:30, en coordinación con otros organismos estatales y voluntarios que trabajan para atender la emergencia.
Mientras tanto, técnicos de instituciones como el Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) y la Secretaría de Gestión de Riesgos realizan evaluaciones estructurales en viviendas y vías para determinar el nivel de afectación y priorizar las intervenciones de emergencia. Hasta el momento, no se ha reportado la necesidad de evacuar a gran escala, pero las autoridades mantienen la alerta ante la posibilidad de réplicas de magnitud considerable.
La comunidad internacional también ha mostrado su solidaridad, y organismos como la Cruz Roja trabajan en la zona brindando apoyo logístico y atención médica primaria. Se espera que en los próximos días lleguen más recursos para reforzar la ayuda a las poblaciones más afectadas.
En medio del miedo y la incertidumbre, la resiliencia de los esmeraldeños vuelve a ponerse a prueba. Aunque las autoridades locales han hecho un llamado a la calma, los testimonios de los afectados reflejan una profunda preocupación por su seguridad, el acceso a servicios básicos y la lenta reactivación económica en una provincia ya golpeada históricamente por desastres naturales.